Películas

Una vez mi acupunturista mexicana en Barcelona me dijo que en México la gente vivía como si estuviera en una película. A mí siempre me pareció que era en Barcelona donde se vive como en una película.

Ahora me doy claramente cuenta de lo que decía, aunque creo que la gente se toma más en serio la película en México porque están completamente inmersos en ella y tiene mucha más acción, casi al estilo Hollywood con explosiones, disparos y persecuciones en coche, pero en vez de rubias buenotas hay señoras chaparritas y gorditas, maternales, asexuadas.

Otra persona también me dijo que la realidad real era la de México, no como la realidad maquillada y sobreprotegida de Europa, un tanto falsa.

¿Cuál es la película?

Me parece horroroso pensar que la realidad real sean unos diputados gordos que viven de un pueblo ignorante y sufrido y en vez de hacer su trabajo se insultan como si estuvieran en una película de albures, y un espectáculo constante de la muerte que usa los medios para bombardear a la gente con imágenes espectaculares de balaceados, algunos decapitados, otros descuartizados.


En todo caso, Barcelona sería una película de Bigas Luna mezclada con Trainspotting, con pretensiones de drama psicológico al estilo Bergman pero con un guión y una fotografía muy pobres para alcanzarlo, mucho sexo sin amor y drogadicción sin arrepentimiento ni redención. México sería una de ficheras mezclada con gore y un toque de circo, un pornogore de payasos enanos drogados con resistol.

A mí me encantaría vivir en una soft porn o una porno feminista.