Anécdota

Si mi papá ve que ando volviéndome comunista me mata. Así que mantengamos esto en secreto.

Hay un cuento de H.G. Wells que han traducido como La calamidad de los zapatos. Es muy comunistoide, pero está bonita la forma en que abstrae todos los problemas humanos a la imposibilidad de un plan para proporcionar a todos zapatos cómodos.

Cuentos buenos también tiene Kafka, acabo de leer Ante la ley. Parece fábula pánica, con eso de que quién sabe qué interpretación sea válida al final. También lo recomiendo.

En fin, al grano:

"Mirad, he aquí una pequeña anécdota: estoy cierto que os reconoceréis en ella. Conocí en París a un escritor pobre y tenía por costumbre andar diciendo: 'Eso ya hace mucho tiempo que dura.' Un día se le presentó un negocio; uno de sus libros iba a reportarle algunos miles de francos. Y si ejercitaba en la idea de hacer un viaje y en la de abandonar el despacho donde estaba empleado. Al cabo de algún tiempo vino a suceder que se frustró el negocio. Alguien le dijo: 'Qué disgusto debe haber tenido usted.' Y respondió: 'Ah, no lo crea, señor, usted no puede comprender qué alegría profunda y como orgánica me ha sobrecogido. Me pareció que dos manos asían de mí y me volvían a los de mi raza.'"

Fragmento de El visitante de Charles Louis Philippe.