Sobre la fidelidad
Según la pureza de las leyes de la naturaleza, una mujer no puede alegar el amor que siente por otro como motivo para rechazar a quien la desea, porque este motivo se convierte en exclusión, y ningún hombre puede ser excluido de la posesión de una mujer, ya que está claro que ella decididamente pertenece a todos los hombres. El acto de posesión sólo puede ejercerse sobre un inmueble o un animal; jamás sobre un individuo que sea nuestro semejante, y todos los lazos que puedan encadenar a una mujer con un hombre, de cualquier especie que se suponga, son tan injustos como quiméricos.
- Marqués de Sade. La filosofía en el tocador.
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