La semana
Hagamos un recuento de los daños. Tenía mis planes para esta semana... Algunos no se hicieron, pero también pasaron otras cositas. Veamos.
Planes de la semana a posteriori:
El libro de Mondo Macabro ya lo tengo. Sólo lo abrí en la primera página. Pero tenía que tenerlo.
No fui a la Biblioteca Central, ni una sola vez.
No maté a la vecina y a sus niños. Es buena onda la vecina. Se cambia la misión a matar a los niños, sin la vecina.
Esperé a Tona, pero sin flores. De hecho me tuvo que invitar a comer, que yo iba con un hambre bárbara y 10 pesos en la cartera.
No le hice la vida imposible a nadie, más bien me la hicieron a mí (ni tan imposible, pero el drama es parte esencial de este blog).
Caminé por Coyoacán, pero del pesero al mercado para comer, con Liliana. Cero curso de flamenco.
Formas alternas de encontrar dinero encontradas esta semana: pedir a los amigos.
Películas gringas vistas esta semana: cero. Vi una japonesa que se llama la Ouija Maldita y una animación japonesa también Cat Soup. Muy bonita pero muy rara, no le entendí un carajo. Ah, y sí vi una gringa, pero no recuerdo si fue esta semana o la semana pasada: The Life Aquatic with Steve Zissou, que es de Wes Anderson (quién según era mi ídolo, pero con esta peli me decepcionó un poco).
A Edder le hablé un chingo de veces. Y me dejó plantada un chingo de veces igual, para variar. Pero a estas alturas ya ni me importa hablar, ni Edder, ni el teléfono, razón por la cuál le sigo hablando miles de veces al día.
A mi padre chance lo voy a ver al rato. Si Iván despierta y quiere manejar hasta Cuernavaca. A ver si ya hacemos las paces. Porque no nos hemos peleado pero me tiene muy olvidada.
Las cosas no planeadas que salieron esta semana:
Fui a lo de los finalistas de Fahrenheit con amiguitos.
Me tomé una foto con Héctor Falcón. La típica: "¿me puedo tomar una foto contigo, artista famoso?". Que me parece de lo más chistoso.
Conocí al diputable o Pancho Cachondo y me tomé una foto con él. No la pongo porque salgo remal, pero si a alguien le interesa la puede solicitar.
He hablado mucho con mis amigos. Cosa de reintegrarme al mundo.
Empecé a leer la sublime Gatomaquia, que lo tengo desde febrero o marzo y estaba arrumbada por ahí. Muchas risotadas me ha sacado ese libraco.
Casi muero de una cruda el jueves, después de un miércoles de un big money expenditure en cantidades obscenas de sustancias alcohólicas.
Conocí a alguien que piensa que soy una persona muy interesante.
Me pidió mi teléfono Napoleón, el que hace las fotos de la marca American Apparel (una tienda que está en Polanco) para unas fotos. Hace cosas de lo más porno pero igual me gustaría que me tomara las fotos.
Le hablé a Christian mil veces por teléfono, que aparte de estar toda jodida el fin pasado y con la cara quemada, dolor de pies, uñas con mugre imposible de sacar... después de rogarle a casi 3000 habitantes de la hermosa comunidad de Chalco que aceptaran la invitación que les estaba dando no me pagan. ¡No me pagan!
Fui a una conferencia de Tomás Segovia como parte de el XV Seminario de Traductores Literarios, donde también habló un profesor de Liliana que se llama Gabriel e hizo su traducción al mexicano de un poema de Borges y unas argentinas (iba a escribir: de esas que se creen mucho, pero a quién trato de engañar, todos los argentinos tienen lo suyito) destrozaron su poema y sus argumentos minuciosamente. ¡Todos te apoyamos Gabriel!
Y lo más importante de toda la semana. He llegado a una conclusión: Me encanta estar sola. Aunque también me encanta estar acompañada. Todo está en el equilibrio. Hoy estaré sola. He visto mucha gente esta semana. Aunque la noche siempre promete compañía.
Saludos, camaradas.
Planes de la semana a posteriori:
El libro de Mondo Macabro ya lo tengo. Sólo lo abrí en la primera página. Pero tenía que tenerlo.
No fui a la Biblioteca Central, ni una sola vez.
No maté a la vecina y a sus niños. Es buena onda la vecina. Se cambia la misión a matar a los niños, sin la vecina.
Esperé a Tona, pero sin flores. De hecho me tuvo que invitar a comer, que yo iba con un hambre bárbara y 10 pesos en la cartera.
No le hice la vida imposible a nadie, más bien me la hicieron a mí (ni tan imposible, pero el drama es parte esencial de este blog).
Caminé por Coyoacán, pero del pesero al mercado para comer, con Liliana. Cero curso de flamenco.
Formas alternas de encontrar dinero encontradas esta semana: pedir a los amigos.
Películas gringas vistas esta semana: cero. Vi una japonesa que se llama la Ouija Maldita y una animación japonesa también Cat Soup. Muy bonita pero muy rara, no le entendí un carajo. Ah, y sí vi una gringa, pero no recuerdo si fue esta semana o la semana pasada: The Life Aquatic with Steve Zissou, que es de Wes Anderson (quién según era mi ídolo, pero con esta peli me decepcionó un poco).
A Edder le hablé un chingo de veces. Y me dejó plantada un chingo de veces igual, para variar. Pero a estas alturas ya ni me importa hablar, ni Edder, ni el teléfono, razón por la cuál le sigo hablando miles de veces al día.
A mi padre chance lo voy a ver al rato. Si Iván despierta y quiere manejar hasta Cuernavaca. A ver si ya hacemos las paces. Porque no nos hemos peleado pero me tiene muy olvidada.
Las cosas no planeadas que salieron esta semana:
Fui a lo de los finalistas de Fahrenheit con amiguitos.
Me tomé una foto con Héctor Falcón. La típica: "¿me puedo tomar una foto contigo, artista famoso?". Que me parece de lo más chistoso.
Conocí al diputable o Pancho Cachondo y me tomé una foto con él. No la pongo porque salgo remal, pero si a alguien le interesa la puede solicitar.
He hablado mucho con mis amigos. Cosa de reintegrarme al mundo.
Empecé a leer la sublime Gatomaquia, que lo tengo desde febrero o marzo y estaba arrumbada por ahí. Muchas risotadas me ha sacado ese libraco.
Casi muero de una cruda el jueves, después de un miércoles de un big money expenditure en cantidades obscenas de sustancias alcohólicas.
Conocí a alguien que piensa que soy una persona muy interesante.
Me pidió mi teléfono Napoleón, el que hace las fotos de la marca American Apparel (una tienda que está en Polanco) para unas fotos. Hace cosas de lo más porno pero igual me gustaría que me tomara las fotos.
Le hablé a Christian mil veces por teléfono, que aparte de estar toda jodida el fin pasado y con la cara quemada, dolor de pies, uñas con mugre imposible de sacar... después de rogarle a casi 3000 habitantes de la hermosa comunidad de Chalco que aceptaran la invitación que les estaba dando no me pagan. ¡No me pagan!
Fui a una conferencia de Tomás Segovia como parte de el XV Seminario de Traductores Literarios, donde también habló un profesor de Liliana que se llama Gabriel e hizo su traducción al mexicano de un poema de Borges y unas argentinas (iba a escribir: de esas que se creen mucho, pero a quién trato de engañar, todos los argentinos tienen lo suyito) destrozaron su poema y sus argumentos minuciosamente. ¡Todos te apoyamos Gabriel!
Y lo más importante de toda la semana. He llegado a una conclusión: Me encanta estar sola. Aunque también me encanta estar acompañada. Todo está en el equilibrio. Hoy estaré sola. He visto mucha gente esta semana. Aunque la noche siempre promete compañía.
Saludos, camaradas.
posteado por Guergana Tzatchkova a las 10:38 p.m.
2 Invaluables opiniones:
buena semana guergana! y sabes, aunque no lo pones en el post y no es de tanta importancia, gracias por hablar conmigo....eres una buena amiga, te quiero, besos y ...venté a cuerna y pongamonos el disfraz de halloween jajajaja
Bonito itinerario. Excelente la decisión de gastar tanto dinero para consumir cantidades industriales de alcohol; alguien se tiene que tomar el superavit de bebidas espirituosas que reina en los anaqueles de tanto negocio necesitado. Te felicito. Saludos.
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