Propinas
"Temía incluso el momento de ofrecer una propina a un portero, por miedo de no darle lo suficiente o de herir su delicadeza. A menudo me ha ocurrido no atreverme a dar una propina a un hombre demasiado bien vestido por miedo a ofenderlo, razón por la que me han debido tomar por un avaro. Es el defecto contrario de la mayor parte de los alféreces que he conocido: ellos siempre intentan escamotear una mancia."
- Vida de Henry Brulard.
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