viernes, abril 02, 2010

Sobre justificantes morales para encubrir la amoralidad durante la Conquista de las Indias Occidentales

La Bula Alejandrina, que otorga a los reyes españoles el dominio de las Indias Occidentales, a pretexto de que el reino de la cristiandad se extienda por el mundo, no es sino la apariencia jurídica bajo la cual aparece la expansión imperial de España. Del mismo modo el repartimiento y encomienda de los indios, que no son otra cosa que el despojo y la explotación de los aborígenes, se presentan a su vez bajo la forma de una superestructura religiosa: el adoctrinamiento de los indígenas en el catolicismo.

Es evidente que ningún análisis serio del problema puede emprenderse a partir de considerar como válidas la generosidad, hidalguía o caballerosidad de los españoles, hecho que no influye para nada en el fenómeno histórico. El arquetipo de las virtudes españolas, Ruy Díaz de Vivar, pone al descubierto el contenido real de sus hazañas en unos versos del Cantar del Mío Cid, que cita Karl Vossler:

Los moros e las moras vender non los podemos,
que los descabecemos nada non ganaremos;
cojámoslo de dentro, ca el señoría tenemos;
posaremos en sus casas e dellos nos serviremos.

Poca hidalguía y poca generosidad hay en el más hidalgo y más caballero de los españoles de todos los tiempos. No puede vencer a los moros ni moras y con el "descabezarlos" nada ganará. La solución - acaso más fenicia que española, o por española fenicia - resulta la más práctica: se servirá de ellos y posará en sus casas. Como se ve, no hay mucha poesía que digamos, en la actitud heroica del Cid.

Los españoles de la Conquista y la Colonia no pensaron, respecto a los indígenas del Anáhuac, de una manera distinta a como pensaron, respecto a los moros, sus ancestros en la época del Cid.

La conciencia de que es responsable de la prosperidad de los suyos - dice Vossler refiriéndose al Cid y a los versos del cantar que hemos transcrito más arriba -, y de que sus partidarios son una especie de socios comerciales, le da a este supuesto precursor del romanticismo un formato y una solidez de tipo económico y de carácter completamente aliterario.


Las palabras de Vossler podrían definirse, sin cambiar ni una sola coma, a don Hernando Cortés y los suyos. Podríamos sustituir la palabra "aliterario", sin embargo, por la palabra "amoral".

- José Revueltas. Posibilidades y limitaciones del mexicano. 1950.

1 Invaluables opiniones:

Anonymous Anónimo dijo, aunque sin mucho sentido ...

Es como en "Avatar".

El escándalo en las Indias que reveló el buen Fray Bartolomé de las Casas ponía en cuestión las ganancias económica de las colonias. Y ahí, la decisión era: dinero o moralidad?

(Muchas veces ha ganado el dinero. Pero gracias al fraile, se pudo limitar un poco el poder de los encomenderos mediante las Leyes Nuevas.)

vie abr 02, 06:55:00 p.m.  

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