Don Juan

"...Baudelaire, que fue un dandy fracasado y en rigor un solitario, nos ha dado la más profunda interpretación --teatral, claro-- de Don Juan cuando nos le describe entrando en los infiernos, en la barca de Caronte, rompiendo por en medio del rebaño de sus víctimas, que se retuercen y mugen --entre ellas la casta y flaca Elvira, pareciendo reclamarle una suprema sonrisa en que brillara el dulzor de su primer juramento--, y él, Don Juan, tranquilo, doblado sobre su espadón, miraba el surco y no se dignaba ver nada..."

--Prólogo a El hermano Juan. Miguel de Unamuno

Y es que Don Juan no es malvado, pero es indiferente, lo que como dice la canción --odio quiero más que indiferencia--, en amor, es infinitamente más cruel.


A riesgo de parecer (o ser, que viene a ser casi lo mismo) una feminista, propongo la invención de una Doña Juana. La literatura está plagada de hombres que desdeñan el amor de la mujer. Inventemos a Doña Juana, y demostremos a los hombres que el desdén no es monopolio del sexo masculino. Porque al fin, el dominio del hombre, a mi parecer, está dado por el miedo de las mujeres de no ser aceptadas por los hombres. Con Doña Juana nos saltamos el problema y les regresamos un trago de su medicina, o al menos, puede no gustarles y acabarán optando por la homosexualidad. Porque Dios sabe que Don Juan respeta a los de su propio sexo, aunque pase el tiempo buscando al opuesto.

Saludos, muchachas.