sábado, septiembre 18, 2010

La gloria eterna en tres pasos

Tanto tiempo rodeada de fanáticos anticatólicos españoles parece que me provocó daño cerebral. Espero no convertirme en católica al final de mis días como hizo Dalí... aunque cierto sí es que estoy buscando respuestas en algunas religiones, y la católica me parece la más chafa a la que he tenido acceso.

En fin, esto es a propósito de una cita que incluye la palabra Dios varias veces pero que es un consejo básico del educador moral de la clase media y alta mexicana de principios del siglo XX y que aún hoy es muy leído, Manuel Antonio Carreño.

Hela aquí:

El hombre instruido conocerá a Dios, se conocerá a sí mismo, y conocerá a los demás hombres; el que cuide de su salud y de su existencia, vivirá para Dios, para sí mismo y para sus semejantes: el que refrene sus pasiones comprenderá a Dios, labrará su propia tranquilidad y a la dicha de los demás. He aquí, pues, compendiados en estos tres deberes todos los deberes y todas las virtudes, la gloria de Dios, y la felicidad de los hombres.


- Manuel Antonio Carreño. Manual de Urbanidad y Buenas Maneras. Cap3. De los deberes para con nosotros mismos. 1835.

De más está decir que son consejos prácticos para una vida tranquila y sana, y que bien podría podrían quitársele las referencias al loado y sacrosanto señor del cielo. Podemos ser civilizados sin pensar que Diosito tiene que estar ahí para vigilar y castigar.

Yo estoy en la parte de refrenar mis pasiones... pero funciona más si las dosifico, porque "a un corazón amarrao, cuando le sueltan la rienda es caballo desbocao" dicen por ahí, y luego los pederastas y esas cosas.

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