miércoles, mayo 07, 2008

Oda a la basura

Qué raro, ¿no? En una sociedad donde generar basura y desecharla es lo normal, el conservar es enfermedad. Según el Wikipedia el síndrome de Diógenes está caracterizado por el "aislamiento social, llegando a recluirse en el propio hogar, además de desatender absolutamente la limpieza del mismo y toda higiene personal."

Yo lo he vivido, recuerdo que hace unos años tiré con pena unos calzones de florecitas que me acompañaron durante muchos años y daban pena los pobres. Lo mismo me pasó con unos tenis muy chulos que tenía en la preparatoria, que yo en mi sano juicio jamás habría tirado a la basura. Seguramente alguien en mi casa aprovechó mi ausencia para deshacerse de ellos. Lo mismo me pasa con los libros, con los peluches polvorientos que me regalan. ¿ Cómo tirar objetos tan llenos de recuerdos ofrecidos muy afectivamente? Y sobre todo, ¿ cómo tirar las cosas sabiendo que ya no cabe la basura en los contenedores? ¿que producimos para desperdiciar?

Es poético el no tirar la basura en cuanto se toma en objeto en sí por su valor en el mundo como cosa que existe, quitándole la tan contentemporánea utilidad que valida la existencia de los objetos confiriéndoles caducidades.

Según la Real Academia:

basura.

(Del lat. versūra, de verrĕre, barrer).

1. f. suciedad (cosa que ensucia).

2. f. Residuos desechados y otros desperdicios.

3. f. Lugar donde se tiran esos residuos y desperdicios.

4. f. Estiércol de las caballerías.

5. f. Cosa repugnante o despreciable.

6. f. coloq. U. en aposición para indicar que lo designado por el sustantivo al que se pospone es de muy baja calidad. Comida, contrato basura.



Podemos eliminar las acepciones 4 y 6 por estar asociadas a contextos específicos. La 3 por referirse por ser una derivación topográfica del término. Entonces tenemos, resumiendo, que la basura es cosa sucia y repugnante o residuo desechado. Esto nos remite a los oh, intransitados caminos de la subjetividad. La basura orgánica, bé, se las paso, porque entra en descomposición. Pero la acumulación de objetos inorgánicos es un acto de caridad, de rescate de lo que otros, por negligencia o por olvido, han dejado abandonado. El objeto, recogido o no por una caritativa alma diogenesiana, va a continuar existiendo, en diversas formas de recuperación a través del reciclaje (si tenemos suerte) o aumentando su condición de desperdicio por falta de cuidados.

Recoger la basura también es un acto nostálgico en la medida que es un intento de retener el pasado, de poseer la historia contenida en los objetos. La historia de un objeto nuevo la podemos rastrear desde la conciencia de la necesidad de crear el objeto, la recogida consciente de la materia prima, su posterior manipulación para convertirlo en objeto y finalmente su distribución. El objeto basura tiene, en cambio, además de todos estos maravillosos procesos, el de haber pertenecido a una persona, las circunstancias necesarias para su adquisición, el uso o colocación que tenía, las relaciones que creó entre las personas mientras existió como objeto deseable y finalmente la razón por la que fue convertida en basura.

Qué milagro avasallador se esconde detrás de la basura. El milagro de lo que nació, fue querido y fue después negado.

Ama la basura, querido lector.

Por cierto, esto seguro lo recuperó mi mente del poema en prosa de Amado Nervo: Lo feo, en un post de este su mismo y siempre nostálgico blog del 31 de Octubre del 2007. Chaaa, yo ultra inspirada con la basura, y ahora esto. No hay nada nuevo en este mundo, señores. Digamos que mi oda a la basura puede ser interpretada como un desecho del poema de Nervo. Un desecho concebido por una mente desvelada que quiere (pero no debe) dejar de pensar en Orson Welles.

2 Invaluables opiniones:

Blogger Danny Ayala Hinojosa dijo, aunque sin mucho sentido ...

La basura de unos es el tesoro de otros. Realmente no creo que exista algo realmente que pueda desperdiciarse, lo que sucede es que aún no hemos podido reciclarlo y mientras tanto la naturaleza se encarga de ello.

Del polvo veniste y al polvo vas, incluso el químico más contaminante volverá a la naturaleza a desintegrarse. De hecho cada uno de nosotros es sólo el reciclado de materia que ha ido dando vueltas desde que ha existido mundo, nos componemos de moléculas que alguna vez fueron parte de un cadaver animal o incluso humano.

Moraleja: el ambientalismo es casi inutil. El reciclaje es util en escala temporal humana y necesario, pero en perspectiva geológica un inutil gasto de energía pues la naturaleza nos convertirá en petróleo o carbón y todo termina convirtiéndose en materia orgánicamente reciclada.

vie may 09, 12:39:00 a.m.  
Blogger Larisa Escobedo dijo, aunque sin mucho sentido ...

La basura es la revelacion de todos los procesos culturales. El capitalismo es un sistema que oculta los procesos. Por eso cuando le jalamos al water la mierda desaparece por arte de magia: no hay proceso. Lo mismo ocurre con la basura, hay que desaparecerla, no hay que dejar rastros del proceso cultural.

vie may 09, 03:57:00 p.m.  

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